Bares y cantinas


En realidad Camagüey no fue una ciudad que se caracterizara por tener numerosos centros nocturnos o cabarets, aunque sí existieron algunos de reconocida fama cuya historia llega a nuestros días. Allí está el ejemplo de la terraza del club Riverside, junto al río Hatibonico a la derecha del puente de La Caridad, donde se daba cita lo mejor de la sociedad lugareña de la década de 1940.


De ese periodo fue el Men´s Service Club, o sea, el Club de los Hombres en Servicio, centro nocturno inaugurado en el jardín de la azotea del Hotel Camagüey, actual Museo Provincial Ignacio Agramonte, para los oficiales norteamericanos destacados en Camagüey durante la II Guerra Mundial.

De igual década fue La Bolera de Faico, que a poco se convirtió en el Morocco Club y para finales de los años 50 en el cabaret Caribe. El Ríos Bolos Club, o La Bolerita abrió sus puertas sobre el 1955 en la avenida Finlay, junto al río Hatibonico la que en 1959 se incendió totalmente.


También en esa igual avenida, pero frente al propio aeropuerto, estaban los más populares cabarets que tuvo la ciudad; Aeroclub, Verdun y Marakas. Centro distinguido de damas y caballeros del Camagüey Tenis Club y El Liceo, resultó El Copacabana, cabaret por donde pasaron famosos artistas nacionales y extranjeros. Ese lugar  que entró en la historia cuando una noche del 1951 se transmitió en vivo el primer programa de la TV nacional desde la ciudad de Camagüey. 
 
Luego, de forma mas reciente, sobre la medianía del 1970 tuvimos El Salón Rojo, en la antigua Sociedad Victoria, sociedad de mulatos de la clase alta, local devenido hoy en un humilde centro de elaboración de empañadillas y croquetas, pero por donde pasaron las mejores producciones del cabaret Montmatre, de La Habana.


De esa misma década fue el fabuloso Saramaguacan, por la carretera de Santa Cruz del Sur, ocupado en lo actual por el Palacio de Pioneros. Ese fue el mayor cabaret con el que contó nuestra ciudad.

Lo que más abundaban eran bares - cafeterías, abiertos por lo general las 24 horas y que expendían no solo bebidas, sino alguna comida ligera y donde en alguna mesa, podíamos tirar una partida de cubilete. Casi todos estos comercios tenian en alguna parte una pequeña vidriera para la venta de billetes de la lotería, goma de mascar, caramelos, periódicos, revistas de historietas y también, por supuesto, para apuntarle algún numero a la bolita. 


Uno de los más frecuentados fue El Imperial, situado en República y el callejón de Brígida Agüero, lugar donde ya bien entrada la madrugada coincidían periodistas y trabajadores de los talleres de los periódicos El Camagüeyano y El Noticiero en diarias tertulias que solo concluían cuando comenzaban a servir el desayuno de la mañana.


Popular fue también La Cebada, y El Jerezano, el primero en la actual Ignacio Agramonte, frente al cine Encanto, y el segundo en la calle Maceo, centros donde de costumbre se reunían los jóvenes dependientes de esas calles comerciales. 


El Centro Alemán, en la Plazoleta de Maceo, era el preferido de los ganaderos y enfrente, donde hoy está Rancho Luna, se encontraba La Cubana, un magnifico bar - restaurante con música indirecta que estreno el sistema de asientos pulman y que a la vez era la estación terminal de la línea nacional de ómnibus La Cubana, extensión de los Ferrocarriles Consolidados de Cuba. 


Por el entorno del parque Agramonte, en la calle Independencia, estuvo el familiar Parque Bar, que hoy es La Volanta y al lado La Perla. En esa propia calle, pero hacia la esquina con Martí estaba El Chorrito, que era en realidad una cafetería – bar, muy especializada en la venta de billetes de la lotería y multitud de juegos de azar, entre estos gallos tapados, kinkones y charadas y para.la confluencia de la Carretera Central y General Gómez, el Bar Luaces.
 
El Bar San José, de más humilde prosapia, fue demolido en la década de 1970 y se situaba justo en la esquina donde hoy día frutamos del parque de Las Cubanitas. El Baturro, en República y SanJosé, se hizo popular luego de 1959, cuando Cuba importó mares de vino argelino y en ese sitio se instalaron los toneles de aquella bebida, qué conocimos por “Pancho el bravo”. En República y San Martín esta el Bar Perín .y al fondo de la calle Cuba, El Gallístico.

Otro bar, cuya fama le llega por algunas tragedias que allí se ventilaron fue La Unión, haciendo esquina en General Gómez y Bembeta pues, como al fondo de ese sitio se alquilaban habitaciones, más de una pareja de amantes frustrados cayó en cuenta que ese lugar era bueno para suicidarse.
Otros bares populares, pero de épocas más recientes fueron El Watusi, devenido luego e n el Mar Azul, Cronos Bar, Mi Rosa, Racho Chico, El Capitolio y El Chalay. El patio del hotel Colón; La Marquesina, en el Gran Hotel y en el hotel Plaza el Patio Sevillano. Un bar – restaurante famoso en la década de 1990 fue La Siempre Viva, abierto en la esquina de Hermanos Agüeros y Príncipe.

De menos categoría donde se coqueteaba con la prostitución fueron La Jardinera, en la Plaza de San José y los bares de los hoteles New York, Bristol, Quisisana y El Gran Paris que estaba en República y Francisquito

Dejo para el final tal vez el más famoso de todos nuestros bares por sus incidencias con la historia, se trata del Bar Correos, situado justo en la vivienda que fuera la casa natal del Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz. Por muchos años y gobiernos, ni los veteranos del Ejercito Libertador, ni sociedades cívicas locales pudieron desalojar de ese sitio el bar, que incluso planificó en una ocasión convertir el edificio en una academia de baile y especie de prostíbulo por extensión, Luego de 1959 se convirtio en uno de los más importantes emblemáticos museos conmemorativos de la ciudad.

6 comentarios:

  1. Pues sera hora de ir abriendo y/o permitir que se abran nuevos bares, cantinas, espacios de baile, etc, etc, etc, no? Ahora que se supone que se podran abrir nuevos negocios y rectificar los errores cometidos y nunca subsanados

    ResponderEliminar
  2. Interesante, solo cambiaría la palabra HUMILDE (referida a lo que fue la "Sociedad Victoria" y luego el Salón Rojo)por DECADENTE, ese lugar da nauseas y dolor de ver en lo que se ha convertido. Tambien durante años se ha pedido que sea devuelto a su uso original, o al menos hacer algo de uso social allí y nada, parece que es preferible que siga como "croquetera"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Qué quiere que le diga?. Tiene usted toda la razón.Ahora hay una campaña de rehabilitación para esos sitios......veremos.
      Eduardo Labrada

      Eliminar
  3. En la carretera Sta. Cruz, donde hoy radica el Palacio de Pioneros, estaba el Cabaret Camujiro, no el Saramaguacan, qué estaba en el antiguo Arroyon.

    ResponderEliminar
  4. En la carretera Sta. Cruz, donde hoy radica el Palacio de Pioneros, estaba el Cabaret Camujiro, no el Saramaguacan, qué estaba en el antiguo Arroyon.

    ResponderEliminar
  5. En la carretera Sta. Cruz, donde hoy radica el Palacio de Pioneros, estaba el Cabaret Camujiro, no el Saramaguacan, qué estaba en el antiguo Arroyon.

    ResponderEliminar